23 de diciembre de 2024

EN LA OPINIÓN DE ...

Desde la llegada de MORENA al poder, la coalición conformada por el PRI, PAN y PRD, se ha dedicado a buscar la manera de sobreponerse al duro golpe de haber dejado la presidencia de la República en manos del actual Presidente López Obrador; lo cual sin duda fue un revés para la historia política principalmente del Revolucionario Institucional. No olvidemos que al triunfo del ahora Presidente, MORENA no contaba con ninguna gobernatura, y al día de hoy tiene a su favor 20 Estados del territorio nacional y 2 más, en manos de aliados.

El pasado domingo 05 de junio, se jugaron las gobernaturas de 6 Estados de la República: Durango, Tamaulipas, Aguascalientes, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, entidades donde actualmente gobiernan los partidos de oposición y que se suponía tenían una gran hegemonía como es el caso de Hidalgo. Todo parecía indicar que ese día, el partido Movimiento de Regeneración Nacional intentaría quedarse con al menos 2 de las 6 gobernaturas; sin embargo, el resultado fue contundente, MORENA habría ganado 4 de los 6 Estados: Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo.

Con este resultado, la coalición Va por México sorprendió a propios y extraños al ver que festejaron este resultado, pues a decir de ellos, los resultados fueron positivos ya que lograron conservar 2 de los 6 Estados en disputa; lo que hace suponer que esperaban que MORENA arrasara con el total de las candidaturas en juego.

Posterior a la jornada electoral, los presidentes de los partidos políticos de la coalición en comento, así como legisladores del Congreso de la Unión, firmaron un documento como acción inmediata para frenar el proyecto de la 4ta Transformación que encabeza el Presidente López Obrador; instrumento al que denominaron “Moratoria Constitucional”, el cual consiste primordialmente, en que, en lo restante del tiempo de las legislaturas, tanto del Senado como de la Cámara de Diputados, no aprobarán ninguna iniciativa de reforma, adición o modificación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Hemos sido testigos a lo largo de este sexenio, que la llamada oposición está descompuesta, sin rumbo político, sin un proyecto de trabajo o agenda que les permita sobreponerse a las constantes derrotas electorales; sin dejar a un lado que su estrategia para recuperar terreno político se basa exclusivamente en llevar la contraria a cualquier proyecto que presente el partido mayoritario, así como desprestigiar la figura del Presidente López Obrador; lo cual no sólo ha sido infructuoso, sino que también ha resultado contradictorio, ya que muchos de sus simpatizantes, militantes y actores políticos, han volteado a ver a MORENA como un partido sólido, que seguramente se mantendrá al frente en la toma de decisiones del país por otros seis años más; no por algo los intentos desesperados por sumar a esta coalición a Movimiento Ciudadano, el cual les ha cerrado la puerta en diversas ocasiones.

El próximo año tendremos elecciones en 2 Estados más, Coahuila y Estado de México, ambos gobernados por el Revolucionario Institucional, el segundo de ellos bastión indiscutible del partido tricolor; sin embargo, podemos observar un avance político de consideración del partido en el poder, lo cual está poniendo nervioso a uno que otro de la coalición opositora, ya que simplemente el Estado de México, representa aproximadamente el 13% de la lista nominal nacional, lo que traducido a nivel nacional, dicha entidad puede representar el 15% de los votos al candidato a la presidencia que resulte ganador, por lo que es primordial conservar esta entidad a como de lugar.

Aunado a lo anterior, estamos frente a una crisis al interior del PRI, donde los principales grupos que lo integran se encuentran divididos, no hay diálogo, no hay consenso de opiniones, no hay liderazgo y no es para menos, pues en las últimas semanas hemos sido testigos de acusaciones que se le ha formulado a su dirigente nacional Alejandro Moreno, consistentes en actos de corrupción y soborno.

Tampoco se puede dejar a un lado, que la militancia y simpatizantes tanto del partido tricolor como del Acción Nacional, quedaron defraudados por las administraciones de Fox, Calderón, y cómo olvidar al controvertido Enrique Peña Nieto; administraciones que no solo quedaron a deber a las y los mexicanos, sino también dichos gobiernos se vieron empañados por presuntos desvíos de recursos del erario, concesiones y contratos millonarios a empresas afines a unos cuantos servidores públicos, aumento de la inseguridad, así como el incremento en impuestos que afectaron considerablemente el bolsillo de la gente.

Finalmente, la oposición deberá elegir cuidadosamente a quien le representará en las urnas en 2024, pues no la tiene nada fácil, en frente tendrán a un demoledor MORENA que sigue ganando terreno en la geografía política nacional; que dicho está de paso, estoy seguro que su reto más importante del partido Regeneración Nacional, no es contra quién competirá en las presidenciables próximas, sino designar quién será su próxima candidata o candidato, ya que la pelea por tomar la batuta del poder, darle continuidad y consolidar la 4ta transformación, es fuerte.

Seguiremos atentos durante los próximos meses a los movimientos y estrategias de los partidos políticos rumbo al 2024, esperando que la alianza opositora logre levantar el vuelo, de lo contrario, estaremos ante un MORENA que se perfila a mantenerse por un largo periodo en Palacio Nacional.

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