Mucho se habla de la represión social vivida con la dictadura del Partido Revolucionario Institucional en la llamada Guerra Sucia, pero muy poco se conoce de lo que realmente vivieron miles de personas por la defensa de sus tierras, patrimonio, ideales, familias y derechos.
El término Guerra Sucia, se ha utilizado para definir la manera de cómo las autoridades, principalmente militares, hicieron uso desmedido de la fuerza hacia cualquier movimiento o grupo de personas que no estuvieran de acuerdo con el gobierno en turno. Cabe destacar, que los actos más violentos registrados en la memoria de nuestro país, se dieron en con los priistas Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría y José López Portillo y Miguel de la Madrid.
El origen de la creación de estos grupos de lucha por la defensa de los derechos de las personas, se dio principalmente en la Europa oriental con la aparición de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS) y en América Latina con las revoluciones de Bolivia y Cuba, las cuales se relacionaban con el socialismo y el comunismo; éstas últimas, serían de mayor influencia para México; toda vez que comenzó a llamar fuertemente la atención sobre todo en las nuevas generaciones, quienes comenzaron la búsqueda de un país democrático, de igualdad de condiciones, así como el reconocimiento a los derechos de la clase trabajadora. A estos grupos, se sumaron los ferrocarrileros, médicos, copreros, campesinos y estudiantes universitarios, los cuales a pesar del riesgo decidieron dar la cara al gobierno y hacer frente, sin embargo, la respuesta fue peor de la esperada.
Desde Palacio Nacional, se ordenó la represión de cualquier grupo de personas que protestara o se manifestara, lo cual llevó a la tragedia, ya que quienes luchaban por sus derechos decidieron tomar las armas y pelear hasta morir, resultando ser esta su última y única opción.
Diversos han sido los actos marcados por la represión por parte del Estado, entre los más significativos (sin restarle importancia a los demás), encontramos que después de la elección de 1952, un mitin de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano, que reclamaba fraude electoral, trajo como consecuencia la detención ilegal de personas, lesionados y muertos.
En 1956 tomó fuerza el movimiento estudiantil del Instituto Politécnico Nacional, el cual exigía una Ley Orgánica justa, mismo que fue reprimido por el Ejército, con la toma de las instalaciones de este Instituto. Ese mismo año surge el Movimiento Revolucionario del Magisterio, el cual convoca a maestros de educación básica de distintos puntos del país, siendo sus líderes quienes mas tarde, en 1958, serían encarcelados de manera arbitraria. De igual manera, los ferrocarrileros toman las calles y paran labores, en esta ocasión, Demetrio Vallejo y Valentín Campa, son llevados a Prisión.
Posteriormente, se crearía la Liga Comunista 23 de septiembre, elGrupo Popular Guerrilleroy elPartido de los Pobres de Lucio Cabañas,el Ejército Popular Revolucionario de Chihuahua, Jalisco, Guerrero, entre otros y con ellos, la ola de violencia represora, donde la capital del país sería el escenario principal de los más sangrientos enfrentamientos, como el ocurrido el 02 de octubre de 1968 y el jueves de corpus; sin embargo, estas luchas políticas y sociales recorrieron todo el territorio nacional. En Guerrero, la interminable lucha por la tierra, la libertad sindical y la defensa de los derechos laborales, en los movimientos urbanos del magisterio, de los estudiantes universitarios y normalistas, la lucha por la libertad de prensa, así como por la democracia electoral.
Los mexicanos, llamados a defender con el corazón más que con las armas sus derechos e ideales, lucharon hasta el final, enfrentándose a un Gobierno que sin dar tregua alguna y sabiendo la ventaja armamentística y superioridad numérica de personas, iniciaron la persecución y censura de cualquier ideal que se opusiera a su régimen, aplicando el uso excesivo de la fuerza, las desapariciones forzadas, violaciones a mujeres y niñas, torturas, violaciones flagrantes de derechos humanos, homicidios, secuestros, encarcelamientos ilegales, persecución política, manipulación de medios de comunicación, corrupción, censura y un sin fin de actos, llevándose a cabo muchas de estas atrocidades, en el Campo Militar Número 1, en donde se trasladaban a quienes lograban ser aprehendidos.
En el Gobierno de Vicente Fox, se intentó investigar los delitos cometidos en décadas anteriores, con la creación de la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) el 27 de noviembre del 2001; la cual inició con 570 averiguaciones previas por delitos cometidos, pero en 2019 ya solo había 240 investigaciones en trámite y más del90% era por desaparición forzada, de la cuales, ninguna ha concluido con una sentencia.
Con la llegada del Presidente López Obrador, se decretó la creación de la Comisión de la Verdad y Esclarecimiento Histórico por hechos ocurridos entre 1965 y 1990, la cual tiene como objetivo conocer la verdad sobre los acontecimientos que se llevaron a cabo por parte de las autoridades en ese periodo, a fin de realizar el esclarecimiento de hechos, el impulso a la justicia, la reparación integral y el derecho a la memoria, señalando que actualmente se cuenta con 1 mil 653 legajos relacionados con los movimientos sociales y políticos del pasado.
En ese contexto, el pasado mes de junio dicha comisión anunció que se abrirán los archivos históricos que se encuentran resguardados principalmente en el Campo Militar Marte número 1, del periodo comprendido entre 1965 a 1990, periodo que se ha denominado “Guerra Sucia”; pero en mi opinión, considero que esta revisión de los archivos llega tarde a la cita con la justicia, ya que muchos de los responsables ya no pueden ser juzgados, pues al pasar de mas de seis décadas, han fallecido, tal es el caso de Gustavo Diaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, entre otros.
Esperamos que no todo se quede nuevamente en buenas intenciones de investigar los actos de gobierno cometidos en contra del pueblo de México, porque de intentos estamos cansados, los gobiernos que durante mucho tiempo reprimieron a los luchadores sociales deben ser juzgados y castigados con la Ley. Pero no debemos limitarnos a lo sucedido entre 1965 y 1990, ya que existen hechos recientes marcados por un Estado opresor, como lo sucedido en Aguas Blancas en 1995, la masacre de Acteal en 1997, el genocidio de San Fernando en 2010, lo ocurrido en Tlataya en 2014 y por supuesto cómo olvidar que NOS FALTAN 43, sabemos que vivos se los llevaron y vivos los queremos; ya basta, el pueblo de México tiene memoria.
Foto: Mario Guzmán / EFE