Iniciamos el año con mucho movimiento en el máximo órgano judicial del país, ya que celebra el nombramiento de la nueva presidenta de ese Órgano Judicial en medio del escándalo que vive la Ministra Yasmín Esquivel por un presunto plagio de tesis.
El 02 de enero del presente año, diversas personalidades de la vida judicial, política y social celebraron el nombramiento de la Ministra Norma Lucía Piña Hernández como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, ya que por primera vez desde su creación en 1824, es decir, hace casi 200 años; éste organismo nombró a una mujer como titular de la presidencia. Fue después de 3 rondas de votación que la ahora presidenta de la SCJN electa por mayoría de votos, superó a su compañero el Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y estará al frente de este organismo del 02 de enero de 2023 al 31 de diciembre de 2026.
La ya presidenta de la SCJN tiene una amplia trayectoria laboral y académica que la perfilan a responder a las exigencias del nuevo cargo. Dentro de su currículum podemos encontrar que además de iniciar su vida laboral como Profesora de Educación Primaria, es Licenciada en Derecho y cuenta con diversos posgrados en psicología y comunicación, derecho constitucional, derecho penal entre otros.
No debemos olvidar el contexto de la extenuante lucha por parte de las mujeres para concebir la igualdad de condiciones y derechos en todos los ámbitos, desde la participación en la toma de decisiones en el núcleo familiar, pasando por el derecho a votar y ser votadas, hasta llegar a ocupar los cargos públicos más altos de este país. Es por eso que lejos de sobreponer si la presidenta de la SCJN simpatiza o no con el proyecto de gobierno del Presidente López Obrador, debemos celebrar la llegada de una mujer a este cargo; lo cual no es casualidad, ya que este nombramiento responde la necesidad de un país libre de discriminación, al que mujeres y hombres debemos tener las mismas oportunidades y derechos.
Pero no todo ha sido festejo y algarabía en la SCJN, hace algunas semanas se destapó un posible caso de plagio de tesis en la que se encuentra involucrada la Ministra Yasmín Esquivel Mossa, a quien se le señala de haber copiado la tesis de licenciatura del abogado Edgar Ulises Baez Gutiérrez.
Existen diversas posturas al respecto, sin embargo la UNAM ya está investigando el asunto y la información que maneja hasta ahora es que la similitud entre la tesis de la Ministra Esquivel y la del abogado Ulises Baez, coinciden en más del 90%; lo que presume un inminente plagio.
La Ministra Esquivel, ha argumentado que si bien su tesis fue publicada en 1987, ella contaba con la investigación en 1985, es decir, un año antes de que el Lic. Edgar Ulises presentara este documento para obtener el grado de Licenciado en Derecho (en 1986).
Por supuesto que este tema es de gran importancia y genera mucho de qué hablar, ya que de comprobarse el plagio por parte de la Ministra Esquivel, tendríamos que esperar a conocer cuáles serían las consecuencias que esto traería, toda vez que en teoría su título universitario resultaría nulo, por tanto sus posgrados tampoco tendrían ninguna validez, pero lo más grave aún, es que habría ejercido el encargo de Ministra sin cumplir con los requisitos que marca el artículo 95 fracción III de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el cual señala como requisito para poder ser Ministro de la Suprema Corte, poseer el día de la designación, con antigüedad mínima de diez años, título profesional de licenciado en derecho, expedido por autoridad o institución legalmente facultada para ello.
Sin embargo lo que considero más grave aún, es la manera en que ésta y seguramente muchas otras tesis han sido plagiadas; ya que de acuerdo a las investigaciones que han llevado a cabo y a la información que circula en diversos medios, la C. Martha Rodríguez Ortiz quien fuera asesora de tesis de la Ministra Yasmín Esquivel, también ha sido responsable de cuando menos seis tesis más que han resultado plagiadas entre 1986 y 2010, las cuales contienen gran similitud entre documentos y lo único que cambia es el orden de los párrafos.
Lo anterior resulta preocupante porque de confirmarse esta información, estaríamos ante un gran problema de corrupción en la máxima casa de estudios, la UNAM; lo cual sería un duro golpe para su prestigio. Estas prácticas de posible corrupción deben investigarse y sancionar a quien o quienes sean responsables.
Seguramente en las próximas semanas la SCJN nos dará de que hablar cuando se avance en la investigación de la controversial tesis y el problema que existe entre la Ministra Yasmín Esquivel y el abogado Edgar Ulises Baez, por lo que seguiremos atentos de que este caso no quede impune y se sancione conforme a ley y a la norma, no solo a quienes protagonizan este problema, sino también a todos los involucrados ya sea de manera directa o indirecta.