El próximo 10 de septiembre se celebra el día mundial para la prevención del suicidio, el cual se conmemora desde el año 2003 organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de eliminar el estigma hacia la salud mental y trabajar para que las personas pidan ayuda ante situaciones complicadas y dolorosas en su vida y se pueda prevenir el suicidio.
Pero… ¿Hemos tenido éxito en México?, lamentablemente no. En México, cada año aumenta el suicidio, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que en 2020 hubo 7 mil 896 suicidios en México, 700 más con respecto a 2019. Es de las principales causas de muerte en jóvenes de 25 a 34 años, aunque un dato alarmante es que en el grupo de jóvenes de 18 a 29 años ha aumentado también la tasa de suicidio e ideación suicida.
Se estima que en nuestro país ocurren 22 suicidios al día, casi un suicidio por hora. De los cuales hay más prevalencia en hombres. Esta amenaza silenciosa es consecuencia del rezago que hay en la atención a la salud mental, los problemas sociales que a diario se viven en México (pobreza, desigualdad, violencia etc.), sabemos que puede ser multicausal, pero los esfuerzos para disminuir el suicidio, la depresión o la ansiedad, no han tenido resultados positivos y, al contrario, van en aumento.
Con esta pequeña reflexión, te invito a ser red de apoyo, empático/a, escuchar sin juzgar, para poder detectar señales de alerta y no normalicemos frases como: Ya no quiero vivir, la vida no vale la pena, prefiero estar muerto, nadie me entiende, es mejor morir que seguir viviendo este problema… etc. Juntos podemos prevenir el suicidio.
Y si estás pasando por un mal momento, te sientes triste, solo/a, sin esperanza… Busca ayuda, habla con un ser querido y busca un profesional de la salud. Elige quedarte.
Tu historia no ha terminado, busca ayuda cuando lo necesites, siempre hay alguien escuchando.
Si necesitas ayuda, llama a la Línea de la Vida al 800 911 2000, no estás solo/a y habla con tu psicólogo/a de confianza.