23 de diciembre de 2024

Descubren una nueva joya arqueológica en Quintana Roo: los guardianes de la poderosa dinastía Kaanu’l

En un impresionante hallazgo arqueológico, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reveló la existencia de tres fachadas decoradas con relieves alusivos a la dinastía Kaanu’l en la zona arqueológica de Dzibanché, Quintana Roo. Este descubrimiento, realizado a través del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) en el contexto del proyecto del Tren Maya, sorprende a los investigadores por la complejidad de los motivos iconográficos mayas y teotihuacanos, que incluyen guardianes, serpientes y animales mitológicos asociados a las constelaciones.

Un hallazgo inesperado en Dzibanché

Las estructuras, ubicadas en plataformas al oeste del Juego de Pelota II, muestran escenas estucadas que narran el poderío de la dinastía Kaanu’l, que gobernó sobre territorios de lo que hoy son México, Belice y Guatemala. Los relieves incluyen representaciones de guardianes, ancestros mayas y figuras mitológicas, todas con un fuerte simbolismo relacionado con la realeza y la cosmología maya. Según Sandra Balanzario Granados, coordinadora del Promeza en Dzibanché, las serpientes entrelazadas en las escenas refuerzan la conexión de los gobernantes con los dioses, subrayando el linaje divino de los líderes de Dzibanché.

La restauración y conservación de un legado milenario

El equipo multidisciplinario, compuesto por arqueólogos, restauradores, arquitectos y antropólogos físicos, trabaja minuciosamente en la preservación de los relieves, que presentan restos de colores vivos como el rojo, azul, amarillo y negro. Debido a la fragilidad de los estucos y su exposición a factores ambientales, los expertos evalúan la posibilidad de cubrir los vestigios originales y crear réplicas para su exhibición.

Dzibanché: una ciudad de gran importancia histórica

Dzibanché, que significa “escritura sobre madera” en maya, fue uno de los asentamientos más influyentes de la civilización maya durante los periodos Clásico Temprano y Tardío. La ciudad, descubierta en 1927, cuenta con enormes templos, plazas y caminos ceremoniales, y fue un centro de poder de la dinastía Kaanu’l, que luego se trasladó a Calakmul.

El descubrimiento de estas fachadas no solo aporta información valiosa sobre la dinastía Kaanu’l, sino que también destaca la riqueza cultural y arquitectónica de Dzibanché. Con la construcción del Tren Maya y la estación Nicolás Bravo-Kohunlich, se espera que más turistas visiten esta ciudad, ubicada a solo 81 kilómetros de Chetumal, consolidando a Dzibanché como un sitio clave en la arqueología maya.

Este hallazgo reafirma la relevancia de la zona arqueológica de Dzibanché en el estudio de la civilización maya y su conexión con la cosmovisión y las estructuras de poder de las antiguas dinastías que gobernaron la región.

Fuente: Redacción La Transformación / Foto: Cortesía INAH.

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