La importancia del periodo virreinal, como una etapa fundamental en la construcción de las instituciones y en la consolidación del territorio nacional, fue abordada en la segunda sesión de la Cátedra Carlos Monsiváis, 2022. “Historia de México. Trazo resumido y crítico”.
En el encuentro académico, organizado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Dirección de Estudios Históricos, el profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Antonio Rubial García, dictó la charla virtual Aspectos relevantes del virreinato, en la que compartió las cargas negativas de este periodo de la historia nacional, a las que llamó “lugares comunes”, siendo uno de ellos que México era considerado una entidad en el mundo prehispánico que, después de tres siglos, se restauró con la Independencia.
Indica que otro hito es que la invasión a México solamente se asimila con la caída de Tenochtitlan y que los indios, a partir de ese momento, cayeron en la esclavitud, lo que provocó que todo se centrara en la Ciudad de México.
“También se ha considerado que toda la riqueza que España extrajo del territorio se fue a Europa y que nada quedó aquí. Otro ‘lugar común’ es que solo los frailes defendieron a los indios, pero no lograron mucho”, expone el historiador.
En la conferencia, transmitida por INAH TV en YouTube, Rubial García afirma que mucho estos “lugares comunes” se le deben al siglo XIX, en los que el periodo colonial se convirtió en una especie de Edad Media, en una etapa oscura.
Menciona que el periodismo, el cual tuvo un gran impulso en esa centuria con autores como José Joaquín Fernández de Lizardi o Carlos María de Bustamante, criticó fuertemente ese periodo, al calificarlo de esclavitud. Consideraron que lo único positivo fue la evangelización, la Virgen de Guadalupe y la defensa de los indios de fray Bartolomé de las Casas y la Inquisición.
“Aunque también en el siglo XIX, la historia positivista rescata documentos, imágenes y crónicas, reivindica la importancia de esta etapa para la historia de la nación, al tiempo que le debe una leyenda negra sobre la Colonia”, puntualiza.
Ya en el siglo XX y la posrevolución, explicó, el porfirismo se asimiló al virreinato con la retórica de los malos, donde la mina y la hacienda, son sinónimos de explotación en ambos periodos.
El académico expuso que también se dan los esencialismos, desde José Vasconcelos con La raza cósmica, quien da una idea generalizada del mestizaje, también abordado en los trabajos de los muralistas de la posrevolución, donde se identifica a Cortés y a la Malinche, como el padre y la madre del mestizaje. “Sin embargo, se trata de construcciones retóricas que nada tienen que ver con la realidad y que simplifican un proceso histórico sumamente complejo”, asegura.
Rubial García comentó que otro de los grandes temas que no se debe olvidar es que la Nueva España no estaba aislada, sino que se insertó en un proceso global, el cual parte, incluso, del proceso de descubrimiento y colonización ibérica sobre América y Asia.
México no fue invadido en un día, los reinos que estaban dominados por el mexica se sometieron al español, otros no, fueron conquistados por la fuerza; en este proceso tuvieron un papel fundamental los ejércitos indígenas.
Asimismo, externa que las civilizaciones mesoamericanas no desaparecieron tras este suceso, siguieron vivas, en algún sentido, para formar parte de la historia colonial. Así, cuando se piensa en los indios solamente como esclavos, se olvida que fueron actores activos del proceso colonial y que, además, la mayoría, el 98 por ciento de la población, seguían siendo indígenas.
“El gran mestizaje se da en el siglo XIX, no en la época colonial, no debemos olvidar que esta población indígena seguía siendo productiva y se había insertado en muchos de los elementos coloniales, pero, en muchos sentidos, seguían viviendo con otros, heredados de la época previa a la invasión española”, concluye.
Fuente: INAH / Foto: Cortesia