Ciudad de México, 13 de noviembre de 2024
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este miércoles que se mudará a Palacio Nacional antes de que finalice el año, reafirmando su compromiso con la austeridad republicana y la cercanía al pueblo que caracteriza la Cuarta Transformación.
En su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que la decisión de residir en Palacio Nacional responde a un enfoque de simplicidad y funcionalidad en el ejercicio de sus responsabilidades como presidenta. La mandataria también enfatizó que esta acción es consistente con los valores que impulsó su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, durante su administración.
“La idea es continuar con este esquema de vivir en Palacio Nacional, que ha sido una forma de estar más cerca de las responsabilidades del gobierno y del pueblo. Para finales de año planeamos establecernos ahí,” declaró Sheinbaum.
Un espacio histórico al servicio del pueblo
La presidenta destacó que su nueva residencia es más que un espacio físico, ya que representa un símbolo del compromiso con el servicio público y la transparencia. Además, Sheinbaum subrayó que Palacio Nacional no es un espacio privado, sino un lugar que pertenece al pueblo de México y que debe ser gestionado con responsabilidad y cuidado.
“Palacio Nacional es un lugar emblemático en la historia de nuestro país. Más allá de ser una residencia, es un espacio desde donde se trabaja todos los días para atender las necesidades de las y los mexicanos,” añadió.
Continuidad en la austeridad republicana
Sheinbaum reiteró que su mudanza no implica cambios en el estilo de vida austero que ha caracterizado a la administración federal desde 2018. Como lo hizo López Obrador, la presidenta continuará enfocándose en políticas de austeridad y buen uso de los recursos públicos.
“Lo más importante es que sigamos actuando con austeridad y ética en el ejercicio del poder. Este es un gobierno del pueblo y para el pueblo, y esa visión debe reflejarse en todos los aspectos,” puntualizó Sheinbaum.
La presidenta también aprovechó para reconocer el legado de su antecesor, quien durante su mandato utilizó Palacio Nacional como una herramienta para consolidar su cercanía con los ciudadanos y simplificar la administración pública.
La mudanza de Sheinbaum a Palacio Nacional se perfila como una continuación de las políticas de la Cuarta Transformación, reforzando el compromiso con una gestión honesta, transparente y cercana a las necesidades del pueblo mexicano.